Las eléctricas tendrán que refacturar tres meses enteros de luz a los clientes, lo que, a la vista de que los peajes tienen un peso del 50% sobre el recibo, supone una presión al alza del 6% que los clientes no han pagado y deberían pagar ahora.
A esta circunstancia se suman los autos conocidos hoy en los que el Supremo concede las cautelares solicitadas por Endesa e Iberdrola y considera insuficiente la subida del 10% de peajes de enero que permitió al Gobierno congelar la tarifa después de que el coste de la energía (el otro 50% de la factura) bajara en parecida proporción.
De esta forma, no solo será necesario refacturar al cliente el último trimestre del año, sino la parte acumulada desde enero para que se recojan los costes regulados suficientes para evitar la creación de déficit de tarifa.
El Supremo ya había anulado la congelación de la tarifa pactada en junio de 2010 por el entonces ministro Miguel Sebastián y el responsable de Economía del PP, Cristóbal Montoro, así como el mantenimiento de la TUR en octubre del año pasado, cuando los costes energéticos y los peajes obligaban a aplicar incrementos.