En una reciente entrevista con Negocios TV, nuestro CEO compartió valiosas reflexiones sobre las políticas energéticas que están impactando a Europa, especialmente con respecto a la dependencia de los hidrocarburos y las amenazas de Estados Unidos. Estas advertencias, encabezadas por Donald Trump, han generado gran preocupación en el continente europeo. Durante la entrevista, nuestro experto energético, Diego Mateos, destaca las implicaciones que esto podría tener en la transición ecológica y la economía global.
La amenaza de Estados Unidos: ¿Qué está en juego?
Diego comenzó destacando que las políticas de Trump, no son meras advertencias vacías, sino una estrategia calculada para asegurar que los ingresos derivados de estas exportaciones continúen fluyendo hacia los Estados Unidos. Esta estrategia no solo beneficia a la economía estadounidense, sino que, a través de un juego de presiones, mantiene a Europa atada a la compra de GNL.
La creciente dependencia de Europa de los hidrocarburos de Estados Unidos, especialmente tras la reducción de las importaciones de gas ruso debido a las tensiones geopolíticas y la guerra en Ucrania, ha llevado a Europa a una situación compleja. Como señaló nuestro CEO: «Europa se va a dejar hacer, lógicamente, en política energética, lo estamos haciendo mal, no, peor.»
El impacto en la transición ecológica y la economía europea
Una de las preocupaciones clave que abordó nuestro CEO fue el impacto que esta dependencia energética tiene sobre la transición ecológica de Europa. La crisis energética, exacerbada por la guerra en Ucrania y las sanciones contra Rusia, ha hecho que el gas se convierta en un factor clave en la fijación de los precios de la electricidad. Según datos de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), el precio del gas natural ha alcanzado niveles récord en los últimos años, lo que ha afectado gravemente a la economía de muchos países de la Unión Europea.
Nuestro CEO destacó que, a pesar de los esfuerzos por avanzar en energías renovables, la infraestructura energética de Europa sigue siendo vulnerable a la volatilidad del gas. «El gas impacta directamente en el IPC de una manera muy clara, porque en Europa, el precio de la energía eléctrica lo pone el gas,» explicó.
Además, la transición hacia energías renovables como la solar y la eólica no es suficiente para reemplazar la capacidad de generación de electricidad que se pierde cuando hay escasez de sol o viento. El reciente ejemplo de Alemania, que enfrentó un aumento en los precios del megavatio a mil euros debido a la falta de viento y sol, es un reflejo claro de esta vulnerabilidad. «Con molinos y placas solares no lo conseguimos hacer, porque hay momentos en los que no hay viento o sol, y hay que tirar de gas», agregó Diego Mateos.
Las soluciones al alcance de Europa
A pesar de estos desafíos, existen soluciones viables que podrían mejorar la situación energética de Europa. Una de las soluciones mencionadas por Mateos fue el Nord Stream, un gasoducto ya construido pero cuya entrada en funcionamiento sigue bloqueada por las autoridades europeas. Este gasoducto podría ofrecer a Europa una fuente de gas más barata y estable, al mismo tiempo que reduciría la dependencia de los suministros estadounidenses. Sin embargo, el conflicto geopolítico actual y las políticas energéticas del bloque europeo continúan impidiendo su uso.
El CEO también advirtió sobre las políticas erróneas que se están tomando a nivel europeo, señalando que, en lugar de avanzar hacia una transición ecológica de forma responsable, las decisiones políticas, como el cierre de centrales nucleares, están incrementando la dependencia del gas.
El desafío de la dependencia de Estados Unidos
Uno de los puntos más críticos planteados por nuestro CEO fue la necesidad de Europa de reducir su dependencia de Estados Unidos en términos de exportación para evitar caer en un “chantaje constante”. Esta es una cuestión fundamental para la seguridad energética del continente a largo plazo.
La política energética de Europa necesita una revisión profunda. Dependiendo de las decisiones que se tomen en los próximos años, Europa podría enfrentar un futuro de alta dependencia del GNL, o podría replantear su enfoque para conseguir un equilibrio entre la transición energética y la seguridad económica. A medida que la situación geopolítica continúa evolucionando, la necesidad de soluciones innovadoras y sostenibles es cada vez más urgente.
En GESE, especializada en servicios de auditoría energética, reconocemos la importancia de una transición energética responsable y sostenible. Es importante que Europa avance en su proceso de diversificación energética, pero también es importante que lo haga de forma planificada, sin poner en riesgo su economía y su suministro energético. Es importante buscar soluciones para garantizar un suministro energético seguro, asequible y sostenible para Europa. En Gese estamos comprometidos a ayudar a las empresas a optimizar su consumo de energía y adaptarse a los cambios en el mercado energético global.