Los países del Mar del Norte se han unido para crear el parque eólico más potente de Europa en 2050 y se han comprometido a elevar la potencia generada a 300 GW. Diego Mateos, experto energético y director general de Gese, ha intervenido en Negocios TV para hablar de la situación actual tanto de Europa como de España, así como la viabilidad de lograr la independencia energética.
Ante este nuevo acuerdo, Diego ha señalado que “lógicamente tienen que buscar soluciones y al darse de plazo hasta 2050, tenemos tiempo suficiente. El problema es más a corto plazo. Apostar toda nuestra independencia a una energía que no es gestionable hace que no seamos independientes, porque en el momento en el que no sopla viento, tenemos un déficit de energía”.
Además, ha señalado que lo primero que tenemos que garantizar es el suministro. “Es la primera línea que no podemos traspasar, independientemente de si somos neutros o no en carbono. Una tecnología de respaldo como la nuclear, que también es neutra en carbono, no podemos demonizarla. Toda esta energía que no es gestionable, mientras no avancemos en el almacenamiento, es imposible que lleguemos a una independencia. El almacenamiento no tiene que ser solo hidrógeno, sino que también, en España por ejemplo, la hidráulica de bombeo es la manera más eficiente y barata de ahorrar energía”.
Energía hidráulica de bombeo
En cuanto a la hidráulica de bombeo, nuestro director ha señalado que “es un almacenamiento que está ya muy desarrollado, lo que pasa que requiere de grandes infraestructuras y de un acuerdo medioambiental. Son decisiones que se toman a largo plazo. En Europa no tienen esta capacidad, porque no tienen una orografía tan benévola como la de España. Hay países que son muy llanos, que no pueden hacer este tipo de hidráulica de bombeo”.
Energía nuclear y energías renovables
Asimismo, Diego ha indicado que “la nuclear la veo una energía suficientemente madura y segura, mucho menos contaminante que el resto, porque tenemos que ver un poco el ciclo de vida total de estas energías, que producen ya unos residuos mínimos. Sin embargo, cuando tengamos dentro de 30 años que quitar todos los parques fotovoltaicos que hayamos hecho y tengamos que reciclar, ahí tenemos una cantidad de toneladas de residuos que no sé qué vamos a hacer con ellos”.
De esta manera, en cuanto a la generación de residuos, ha añadido que “lo mismo va a ocurrir con los parques eólicos donde haya que quitar las palas que están hechas con fibra de vidrio. Es decir, nos pensamos que las renovables no contaminan, pero contaminan para su reciclaje una vez que acabe su vida útil. Un panel tiene una vida útil X, y una ciudad nuclear pues puedes ir manteniéndola y puedes alargar su vida útil, pero un panel fotovoltaico no puedes alargarle la vida útil de ninguna de las maneras. Hay que apostar por todas las tecnologías, y si queremos independencia y seguridad energética, cuantas más tecnologías tengamos más seguridad tenemos y más independientes somos”.
Colocación de nuevas centrales nucelares
En cuanto a la inquietud que generan en la población las plantas nucleares, Diego ha apuntado que “todo el mundo se basa en dos hechos de dos centrales nucleares: Fukushima y Chernobyl. Fukushima se construyó en una zona en la que están las placas continentales en las que se sabe que hay un riesgo sísmico importante, que es lo que les ha pasado. Chernobyl, por su parte, no cumplía ninguna de las normas de seguridad que se contemplan actualmente en cualquier central nuclear”.
Las centrales nucleares actuales ante cualquier fallo se paran, por lo que “no va a haber el riesgo que ha podido ocurrir en estos dos siniestros nucleares en los que todo el mundo se basa”. Asimismo, para la construcción de nuevas centrales “tenemos una solución muy fácil. Si queremos colocar centrales nucleares, pongámoslas pegadas donde ya hay una central nuclear, donde no hay una oposición ciudadana para colocarla”.
Políticas energéticas europeas
Diego Mateos ha indicado que “las políticas vienen desde Europa y se traspasan al resto de países. En España somos una isla energética, con lo cual podemos hacer cosas diferentes al resto. En Europa al final cada país miembro va a tirar por su mix, por su tecnología y por sus propios problemas. Aquí no va a haber nada de solidaridad entre países y demás historias, en absoluto”.
Nuestro director opina que “cada uno va a tirar por lo suyo, porque está claro que el que tenga un coste energético más barato le va a ser más competitivo y su economía va a ir mejor. Yo entiendo que Francia apueste por la nuclear: tiene nuclear y le sale el KW mucho más barato que el resto. También la nuclear tiene su problema. Francia ha tenido este verano problemas en la refrigeración de las nucleares por la sequía que ha habido, pero es una tecnología que cada uno apuesta por la suya”.
En cuanto a España, “en el tema energético somos una isla, por lo que no tenemos tanto que aportar, porque nuestra conexión con el resto de Europa no es tan grande y en la parte eléctrica tenemos una conexión muy pequeña. Con lo cual, no somos parte de la solución, a no ser que la apuesta de Europa fuera porque la interconexión de España con el resto de Europa fuese mucho mayor. Mientras esa conexión no crezca, no somos la solución.
Además, ha querido recalcar que “el año pasado destruimos 100 presas porque Europa ha dicho que hay que devolver el agua a los ríos. Es decir, nos llegan políticas de Europa que al final las acabamos acatando sin cuestionarnos mucho”.