La crisis energética sigue azotando a las economías Europeas, pero el precio del gas continúa descendiendo. Dombrovskis, Vicepresidente de la Comisión Europea, ha declarado que “Europa debe alejarse del gasto masivo para superar la crisis energética”. Diego Mateos, experto energético y Director General de Gese, ha intervenido en Negocios TV para hablar de la situación actual y futura de Europa.
Diego ha indicado que “lo peor ya lo hemos pasado. En agosto del año pasado el precio del gas llegaba a 350€/MW; hace dos meses cotizaba a 150 euros y este mes lo hace a 50 euros. El valor más bajo de las últimas 52 semanas. Si miramos los futuros del gas vemos que cotiza también en torno a los 50€/MW lo que queda de 2023 y 2024”.
Nuestro director ha señalado que “lo peor ya lo hemos visto, a no ser que nos dediquemos en Europa a hacer políticas extrañas y a imponer sanciones donde no nos lo podemos permitir. El precio del gas subió antes de la guerra de Ucrania; seis meses antes ya se había disparado, ya estaba cotizando en máximos históricos”.
De acuerdo con el experto, esta situación se debe a las políticas europeas de transición energética. “Lo que estamos haciendo es quitar el carbón y la nuclear y eso hay que sustituirlo por algún tipo de energía, y la más rápida es el gas. Todo en lo que apuesta Europa en este momento para gestionar nuestro sistema energético es el gas. Sin embargo, mientras no haya un almacenamiento rentable, que a día de hoy no existe, dependemos total y exclusivamente del gas”.
¿Desaceleración económica a futuro?
Diego ha comentado que “si hay una desaceleración económica en el futuro va a marcar los precios de la energía”. Por ello, dependiendo de la fuerza con la que venga variarán más los precios: “si es más fuerte de lo que esperamos, los precios bajarán más. Si no es tan fuerte, estarán estabilizados en torno a esos 40-50€/MW”.
Por otro lado, ha apuntado que “en el mercado estamos pagando ahora el doble de lo que pagábamos antes, pero no cinco veces más”. Es decir, se paga mucho más, pero no tanto: “ahora solo pagamos el doble de lo que veníamos pagando antes y con unas perspectivas de que baje el precio o se mantenga en estos niveles”
En cuanto a las empresas, opina que “ya han hecho esfuerzos en temas de eficiencia energética para adaptarse a estos nuevos precios, y más o menos están en un entorno estabilizado”. Sin embargo, considera que tenemos un problema de competitividad, ya que se puede perder “contra otros países como pueden ser Estados Unidos, donde la energía sigue siendo barata”. Toda la energía que se ha dejado de comprar a Rusia se está adquiriendo ahora a Estados Unidos, por lo que “está siendo el gran beneficiado de todo este problema”.
Uranio enriquecido procedente de Rusia
Nuestro director opina que “lo difícil es conseguir el equilibrio. Está claro que si no utilizamos el carbón y seguimos dependiendo de un gas que no tenemos vamos a acabar emitiendo cero en la atmósfera, porque vamos a tener que cerrar todas las industrias. Hay que buscar cierto equilibrio”.
Sin embargo, ha subrayado que “aún quedan cisnes negros que pueden aparecer en cualquier momento: por ejemplo, hemos puesto sanciones a Rusia en todo tipo de energías, pero tenemos uranio enriquecido. Un tercio del que consume Europa viene de Rusia, y de momento estamos todos callados. Si a Putín le da por cortar el grifo, o nosotros somos tan insensatos de ponerle sanciones al uranio, tendremos un problema energético añadido.
Diego ha apuntado que “lo que me ha sorprendido de Europa es que muchas de las medidas que ha tomado han sido tiros en el pie. Con muy poca efectividad a la hora de intentar reducir los ingresos de Rusia, pero con una gran trascendencia en la economía europea. Espero que a la hora de tomar decisiones Europa lo haga con un poco más de cabeza y mirando con una perspectiva a largo plazo”.