La demolición de la chimenea de la central térmica de Andorra (Teruel) ha supuesto un paso más en el proceso de cierre de las centrales que se están llevando a cabo en nuestro país. Diego Mateos, experto energético y director general de Gese, ha intervenido en 7NN Noticias para hablar sobre el desmantelamiento de las centrales de carbón en España.
En cuanto a las consecuencias que va a provocar la desarticulación de la central, Diego ha señalado que “ya ha supuesto que la generación española de carbón sea mínima. Hemos pasado de estar produciendo en 2017 un 17% de nuestra generación con carbón, a no llegar al 2% actualmente. Esto nos lleva a que paguemos la energía más cara, ya que prácticamente solo dependemos del gas para gestionar nuestro sistema eléctrico. Antes, teniendo carbón y gas podíamos elegir entre una de las dos técnicas, la más barata para gestionar nuestro sistema”.
Por otra parte, respecto al futuro laboral del personal que trabajaba en esta central, Diego ha indicado que el gobierno varios planes de empleo. Tienen uno que durante el desmantelamiento de la central de carbón va a crear muchos empleos, que va a llevar varios años. Y luego va a haber una serie de inversiones en energía eólica, solar e hibridación, baterías… Toda la amalgama verde que tenemos va a generar 1.800 MW de generación frente a los 1.100MW que tenía la actual planta. Habrá empleo porque lógicamente hay que mantener y operar este sistema”.
Sustitución por energía eólica y solar
Está previsto que las centrales térmicas se sustituyan por las eólicas y solares. Respecto a este tema, Diego ha comentado que esto no será suficiente para satisfacer todas las necesidades. “Para que os hagáis una idea, esta planta durante sus 40 años de funcionamiento ha producido la misma cantidad de energía que necesita España en un año. Es decir, que puede llegar a producir un 2,5% de las necesidades eléctricas que tiene el país”.
Además, ha apuntado que “una central de carbón puede operar las 8.800 horas que tiene el año, cosa que la eólica y la solar, en esa ubicación, serían unas 2.200 horas de recurso eólico-solar; es decir, van a tener una cuarta parte de horas menos de funcionamiento todo lo que instalemos en renovables. A parte, no lo vamos a poder gestionar. Aunque los proyectos van con sistemas de baterías y almacenamiento, la gestión de esa energía va a ser complicada, porque se va a producir cuando haya viento y sol, no cuando nosotros tengamos necesidades”.
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