Desde hace algún tiempo, se ha sabido que los buques de esta flota no están asegurados como lo estarían los buques convencionales. Diego Mateos destaca que este hecho se debe a que estos buques no cumplen con las normativas europeas y están más allá de su vida útil, lo que hace difícil obtener cobertura de aseguradoras convencionales.
Uno de los mayores riesgos asociados con esta situación es el potencial de derrames de petróleo. Un derrame podría resultar en costos multimillonarios, no solo por la limpieza del petróleo derramado, sino también por los daños a la vida marina y a las actividades económicas locales, como la pesca.
Aunque este problema no es nuevo, su relevancia ha aumentado en medio de las recientes tensiones geopolíticas y sanciones económicas a Rusia. A pesar de estas sanciones, los países consumidores de petróleo, como China e India, continúan comprando petróleo procedente de esta flota. Según Diego Mateos, Rusia ha encontrado formas de eludir estas sanciones, como ajustar los precios y aumentar los costos de envío.