La reciente oleada de anuncios por parte del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, relacionados con el sector energético, ha generado importantes movimientos en los mercados internacionales. Estas declaraciones, que incluyen sanciones a Venezuela y posibles medidas contra el petróleo ruso, están redibujando el panorama energético global y tendrán consecuencias significativas para países importadores como España.
En una reciente intervención en Negocios TV, Diego Mateos, CEO de Gese, ha compartido su visión sobre estas medidas y su impacto actual y futuro.
Trump pone el foco en la energía: ¿medidas de presión o estrategia de poder?
Durante el fin de semana, Trump anunció la revocación de ciertos permisos que la administración Biden había otorgado para importar petróleo venezolano. Entre las compañías afectadas se encuentra la española Repsol. Esta decisión forma parte de una ofensiva más amplia que también incluye posibles sanciones al petróleo ruso.
Según Diego Mateos, “Trump tiene claro que la parte energética es vital para sus políticas”. Para él, la energía no es solo un recurso, sino una herramienta geopolítica. Así lo demuestran las presiones a Europa para que compre GNL (gas natural licuado) estadounidense bajo amenaza de aranceles. No se trata solo de economía, sino de poder.
Repercusiones en el mercado del petróleo
El efecto inmediato de estos anuncios ha sido un aumento en el precio del petróleo. “Estamos viendo una subida rápida del crudo, que claramente responde a las declaraciones de Trump. Pero a largo plazo, esto tenderá a estabilizarse”, comenta el CEO. Esta visión se apoya en el hecho de que países como Arabia Saudí (OPEP+) y otros productores están evaluando aumentar su producción para compensar las restricciones impuestas a Venezuela y Rusia.
Sin embargo, esta situación evidencia una alta dependencia de fuentes inestables. España, por ejemplo, importaba alrededor del 4,6% de su petróleo desde Venezuela. Si estas importaciones se ven comprometidas, el país deberá acudir a otros mercados, lo que implicará nuevas inversiones en refinerías capaces de procesar otros tipos de crudo.
Europa en una encrucijada energética
La situación para Europa es particularmente delicada. Por un lado, las políticas proteccionistas de Trump presionan para la compra de gas natural licuado estadounidense, más caro que otras alternativas. Por otro lado, la Unión Europea mantiene su compromiso de reducir la dependencia energética de Rusia.
La volatilidad actual del mercado energético pone de manifiesto la importancia de diversificar las fuentes de suministro y avanzar hacia una mayor independencia energética. Las empresas y los países que puedan adaptarse rápidamente a este nuevo escenario estarán mejor posicionados para afrontar los retos que se avecinan.
En GESE, nos dedicamos a ayudar a las empresas a optimizar su consumo energético y mejorar su eficiencia, contribuyendo a un sistema energético más estable y sostenible para el futuro. En un momento de tanta incertidumbre en el mundo energético cada decisión cuenta.
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