Pilares del mercado energético
Electricidad
Récord de precios en este año 2022, con volatilidades muy grandes.
Gas
Año mas complicado de la historia, que ha provocado que se alcancen precios impensables.
Petróleo
Mercado más estable en 2022, donde no ha habido grandes sorpresas.
¿Cómo hemos llegado a esta situación?
Pese a que la mayoría de gente piensa que el culpable de los altos precios de la energía es la Guerra de Ucranía, lo cierto es que el mercado de la energía ya se disparó en agosto de 2021.
El año 2021 comenzó con los precios de la energía por los suelos, la energía eléctrica cotizaba a 17 €/MWh y el gas seguía a precios muy bajos. Sin embargo, antes del verano el mercado dió un giro y terminó el año con la energía eléctrica a 200 €/MWh y el gas a 83 €/MWh; es decir, muy por encima de lo que se había pagado en 2020.
¿Y porqué este precio tan alto de la energía? Lo cierto es que hay muchos factores que hacen que los precios suban o bajen. Los más destacados son los siguientes:
El primer aspecto que presentó una desestabilización muy grande del mercado de la energía fue la pandemia y sus consecuencias en la demanda de energía mundial. Las políticas de confinamiento del año 2020 hicieron que las economías mundiales se parasen y la demanda de energía se derrumbó. En China devolvían los barcos de gas alegando causa mayor y la locomotora del mundo se paró. Los precios de la energía se derrumbaron y el año 2020 marcó mínimos históricos.
Por otro lado, las políticas energéticas europeas nos han llevado a dejar de utilizar fuentes de energía ya amortizadas, como el carbón y la nuclear, apostando únicamente por las renovables y por el gas. Este último es prácticamente la única energía que nos sirve para gestionar el sistema eléctrico. Por ello, Europa en estos últimos años ha pasado a depender peligrosamente del gas, lo que antes también podía hacer con el carbón.
Durante la primavera del 2021, las economías empezaron a recuperarse y China compró gas a cualquier precio para atender la fuerte demanda de la economía. Pero Europa, al ver que el precio del gas había incrementado tanto, prefirió esperar a que bajara para llenar sus almacenes de cara al invierno. Sin embargo, nunca disminuyeron y tuvo que empezar a comprar el gas a un precio alto. Como este procedimiento funciona con un sistema marginalista, repercute directamente en el precio de la electricidad, donde la tecnología más cara marca el precio final de la electricidad. Esto provocó que en el último trimestre de 2021 el precio medio de la electricidad fuera de 200€/MWh.
¿Qué ha pasado a lo largo del 2022?
El 2022 ha sido el año en el que comenzó todo. La Guerra de Ucrania ha provocado que el mercado de la energía se tensionase aún más, generando pánico entre la población. A raíz de ello, Europa ha sido consciente de la debilidad que tiene en materia energética y de su gran dependencia de países de dudosa estabilidad.
Pese a la dependencia del gas ruso, las políticas llevadas a cabo por la Unión Europea han provocado que el mercado energético se tensionase aún más. Las políticas de imposición de sanciones a Rusia, que tenían como objetivo ahogar su economía, han hecho que los gastos de los países europeos se multiplicasen.
Por lo tanto, 2022 ha sido un año en el que se han vuelto a reconfigurar las alianzas comerciales en materia energética, donde Rusia ha dejado de vender a occidente para incrementar su cuota de mercado en oriente. Todo esto ha provocado que se reabran las centrales de carbón, se prorroguen las nucleares y nos empecemos a cuestionar si realmente estamos preparados para la transición ecológica.
Mercado de la electricidad en 2022
El mercado eléctrico comenzó el año con unos precios de 200€/MWh. La guerra de Ucrania hizo que en el mes de marzo estos precios se disparasen. Durante el mes de agosto, los precios de la energía eléctrica se volvieron a disparar, debido al alto precio que estaba teniendo el gas. El acelerado llenado de los almacenes en Europa hicieron que el precio del gas llegase a superar los 340€/MWh .
Durante todo el año el precio de la energía futuro marcaba unos precios excesivamente altos, lo que impedía cerrar cualquier posición a largo plazo. Por ello, solo quedaba esperar a que los precios comenzasen a bajar, como han hecho el último trimestre del año.
Si se tiene que definir el mercado de 2022, se puede hacer con dos palabras: precios de energía altos y muchísima volatilidad.
Si algo se ha aprendido este año es que no se puede pagar unos precios tan altos por la energía eléctrica; por lo tanto, ahora más que nunca una planificación energética y una estrategia de compra de energía son más necesarias para poder dar estabilidad.
Este año han aparecido nuevos conceptos, como el tope del gas, aunque la mayoría no ha llegado a entenderlo. Este tope del gas y la excepción ibérica han sido las que han hecho que el mercado haya estado estable, entorno a los 200 €/MWh, cuando en otros países ha llegado a superar los 500€/MWh.
Hemos visto cómo el mercado de OMIE ha ido bajando desde sus máximos de marzo en 283 €/MWh, hasta acabar el año en 96,95 €/MWh.
Toda esta situación ha demostrado que la energía hay que comprarla cuando está a menor precio. Y que intentar comprarla barata cuando el precio ya se ha disparado es imposible. Además, hemos aprendido a gestionar el pánico y que cerrar un precio a largo plazo (3, 5 o 10 años) cuando la energía esta alta aliviará un poco la economía, pero a la larga saldrá cara la operación.
Mercado del gas en 2022
El mercado del gas ha sido el gran protagonista del año. Afortunadamente, en España tenemos muy diversificados tanto el abastecimiento de esta materia prima, como su recepción, ya sea por tubo o a través de GNL regasificado.
Esta situación nos coloca una situación privilegiada, alejando de nuestro país a los fantasmas del desabastecimiento.
El gas este año ha tenido dos momentos importantes que hicieron que su precio se disparara:
- El estallido de la Guerra de Ucrania.
- La sobrecompra de gas durante el verano para llenar los almacenes de cara al invierno.
Es decir, lo que ha provocado la subida ha sido el miedo. Durante el último trimestre del año los precios del gas se han ido moderando a medida que se superaba el invierno, al ver que no se va a producir ningún desabastecimiento.
Otra cosa que hemos aprendido es a estar indexados en gas, algo que no era muy habitual, pero dadas las circunstancias no había otra opción. También se ha observado que el índice de referencia ibérico MIBGAS se comportaba mejor que el índice de referencia holandés TTF.
¿Cómo se comportará el mercado en 2023?
Es complicado saber exactamente cómo se va a comportar el mercado. Sin embargo, después de una tormenta es fácil pronosticar que el tiempo va a mejorar. El mundo de la energía se encuentra en total reestructuración:
- Por un lado, hemos cambiado los modelos de generación, transicionando hacia un modelo más renovable, lo que ha hecho que le mercado se resienta.
- Y por otro, la guerra de Ucrania ha hecho que los acuerdos entre compradores y vendedores se hayan redefinido, haciendo que países como Estados Unidos se conviertan en líderes de venta de GNL o que China sea un socio preferencial para Qatar.
Lo que más influye en el precio de la energía es el ciclo económico. Por tanto, en épocas de crecimiento el precio sube y en tiempo de crisis el precio baja. Parece que nos enfrentamos a una de las mayores crisis económicas de las últimos años, por lo que lo lógico es que el precio vaya bajando.
A lo largo del 2022 se ha provocado un miedo con el gas que al final no ha tenido las consecuencias apocalípticas que anunciaban. Se comienza de nuevo a meter miedo, prediciendo desabastecimientos para el próximo invierno. Sin embargo, los almacenes de gas en Europa están al 83%, cuando hace un año por estas fechas estaban al 52%. Este hecho va a provocar que acabemos la temporada de invierno con los almacenes relativamente altos. El objetivo de Europa era llegar a noviembre con los almacenes al 80% y, dos meses más tarde, se sitúan al 83%. En todo este tiempo se está rediseñando el sistema gasístico europeo.
Por otro lado, esta crisis ha hecho que muchas empresas busquen alternativas al gas y, por tanto, se ha destruido una demanda que no se podrá recuperar. El gas en el año 2023 debería estar de media por debajo de los 70 €/MWh. Es decir, por lo menos un 30% por debajo de los que ha estado en 2022. Respecto a la electricidad, ocurrirá algo similar: un año con grandes volatilidades, como se ha visto los dos primeros días del año, donde el día 1 el precio fue de 6€/MWh y el día 2 de 112€/MWh.
Esta volatilidad la va a generar la climatología, ya que cuando hay viento el precio baja muchísimo, pero cuando no sopla se tiene que echar mano del gas. Un gas que se estima estará mas barato, lo que hará que el precio baje. Este año el precio medio del MWh, incluido el tope del gas, ha sido de 214 €/MWh y se estima que la media de 2022 debería estar por debajo de los 135 €/MWh.
No obstante, todas estas previsiones no tienen en cuenta los problemas que puedan aparecer en el mercado. Por lo tanto, si en 2023 suceden acontecimientos como terremotos que destruyan infraestructuras, volcanes que cambien el clima, nuevos escenarios de guerra, nuevas pandemias… el mercado se tendrá que reconfigurar, haciendo que se comporte de una manera imprevisible.