El próximo lunes 19 de diciembre los ministros energéticos de la Unión Europea se reunirán en de nuevo para tomar medidas con el objetivo de hacer frente a la crisis energética. Diego Mateos, experto energético y Director General de Gese, ha intervenido en Negocios TV para hablar del rumbo que lleva Europa para hacer frente a esta crisis.

Diego apunta que “Europa está caminando como pollo sin cabeza y no llevando una política coherente ni estratégica a largo plazo de lo que se tendría que hacer”. En su opinión, se están tomando decisiones a corto plazo y cada país mira por sí mismo. “No está siendo nada coherente el objetivo que se quería buscar con las soluciones que se están dando en todo momento”.

En cuanto al tope del precio del gas, Diego señala que España tiene poco que decir porque nos encontramos en una situación privilegiada. “Nosotros no tenemos las dificultades a las que se enfrenta Europa, porque en ningún momento vamos a tener problemas de desabastecimiento”. Europa, en cambio, tiene un contratiempo más grande, porque tiene problemas de desabastecimiento.

El problema que estamos teniendo con el tope del gas es que ya no cotiza tan alto como lo hacía hace tres meses, ha bajado de precio. Diego manifiesta que el gas va a reducir su precio, “pero prácticamente va a bajar porque la demanda que vamos a tener en el año 2023 será menor, fruto de la crisis económica a la que nos vamos a enfrentar”. Con lo cual, se estima que se tendrán unos precios de energía y gas más baratos.

Problemas con el suministro de gas

Nuestro director indica que “lo que vimos en agosto fue algo realmente sorprendente, porque estábamos en un momento de histeria, comprando todos gas para poder llenar nuestros almacenes de cara al invierno”. No obstante, los problemas que se anticiparon en verano no están ocurriendo. “Pensábamos que íbamos a encontrarnos una situación prácticamente apocalíptica y que no íbamos a llegar al invierno con gas, que la gente no iba a tener calefacción, las fábricas se iban a tener que parar… Toda esa situación no se está dando”. Además, Diego explica que “el tiempo empieza a jugar a nuestro favor porque nos está haciendo que nos podamos preparar para no depender del gas ruso”.

En cuanto a Alemania, que se estima que su bazuca energética podría no ser suficiente para evitar los cortes de suministro, Diego comenta que “mientras tenga problemas de suministro como ahora, al no tenerlo garantizado, va a tener que seguir inyectando dinero”. Los precios de energía que tienen los alemanes “están subvencionados, por así decirlo, y les permiten mantener su competitividad también como empresa”. A una industria alemana el gas le cuesta 7 céntimos, cuando en España puede estar costando entre 12 y 14 céntimos. “Están protegiendo su economía y lo están haciendo a base de poner dinero encima de la mesa. Yo creo que este invierno lo han salvado, pero descapitalizándose bastante”.

Nuestro director concluye diciendo que los alemanes “a día de hoy están apuntalando y aguantando con todo a base de poner dinero encima de la mesa”. Sin embargo, estima que “va a llegar un momento en el que, si ven que sus reservas de gas no dan para mantener el sistema, lo que harán será no subsidiar tanto sus precios y fomentar de manera agresiva el ahorro energético”.

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