La crisis energética continúa provocando consecuencias negativas en Europa y se predice un futuro incierto para la economía española y su gestión energética. Nuestro Director General y experto energético, Diego Mateos, ha intervenido en el programa Con Otra Mirada de 7NN para hablar sobre la transición energética de España y en la Unión Europea.
Diego Mateos señala que la población continúa creyendo que la crisis energética comenzó por causa de la guerra de Ucrania. Sin embargo, indica que la energía se empezó a disparar el verano pasado: “En noviembre del año pasado pagamos el megavatio a 200€ y este mes de noviembre lo hemos pagado a unos 120€/MW. Ya ocurrió antes de la guerra de Ucrania”.
La razón por la que subió la energía, explica nuestro CEO, es “porque estamos siguiendo las directrices de esa transición ecológica que nos impone la Agenda 2030, y al final lo que ocurre es que el ecologismo cuesta mucho dinero.” Además, muestra preocupación porque “nos estamos deshaciendo de nuestro mix energético de fuentes renovables que son baratas, que están ya amortizadas”. Apunta que “toda Europa hemos decidido que nos olvidemos de la (energía) nuclear y el carbón y eso nos está pasando ahora factura”.
Abandono del carbón y aumento del precio de la energía
Diego continua su intervención comentando que para poder gestionar el sistema energético nacional y europeo se necesitan energías que permitan su gestión y control: “el carbón lo hemos abandonado y la única energía con la que podemos ahora controlar nuestra demanda es prácticamente con el gas”.
No obstante, “el que vende gas tiene claro que dependemos totalmente de él; no tenemos una energía que sustituya al gas para poder controlar la generación”. Por ello, señala que el precio que tiene el gas no es por el coste de producción de su extracción, sino que “es totalmente especulativo y producto de la oferta y la demanda”.
Por otra parte, nuestro director comenta que en el coste de la energía el coronavirus ha influido para estabilizar un poco el mercado: “cuando pasamos la pandemia, la demanda de energía a nivel mundial bajó muchísimo e hizo que en España pagáramos el megavatio a 33€ de media, cuando veníamos pagando entre 40-60€”.
Sin embargo, cuando se activó la economía mundial la demanda de energía del resto de países, sobre todo de China, creció, provocando que los precios subieran. “Nunca habíamos visto semejantes precios. Solo en el año 2013 llegamos a ver la energía durante un par de semanas a unos 110€/MW, pero de manera muy puntual, y lo vimos porque en ese momento las eléctricas estaban negociando con el gobierno y estaban echando un pulso”.
Diego recrimina que “el carbón con el que prácticamente podíamos producir un 20% de nuestra energía, directamente lo hemos quitado del mix y se tiene que sustituir o por renovables o por gas”. Además, explica que “las renovables están bien, pero tienen muchos problemas; el mayor de ellos es que generan cuando generan y que, como el resto de energía, no se puede almacenar”.
Guerra de Ucrania y crisis energética
En cuanto a la relación de la guerra de Ucrania con la crisis energética, Diego señala que “lo que hemos hecho con Rusia es totalmente absurdo, porque si nuestra estrategia en Europa era fastidiar su economía lo que estamos haciendo con esa táctica es perjudicar la economía europea”.
Además, apunta que “en Europa tenemos un sistema de fijación de precios marginalista. Consiste en que la última energía que entra en el sistema es la que marca el precio”. En este caso, el gas es el que marca el precio de la energía. “No tiene sentido que una hidraúlica, que está más amortizada, o una nuclear las estemos pagando a 200€/MW cuando su coste de generación es muchísimo más bajo”.
Diego indica que en el tema de la energía “unos países están mejor y otros peor. Yo por lo que veo, por todas las industrias con las que trabajamos, el problema es que no le ven salida en el corto y medio plazo; están perdiendo competitividad y están perdiendo empleos y clientes”.
Uso de la energía nuclear
En cuanto al uso de la energía nuclear, Diego recuerda que en España hay un calendario de cierre. “Como se lleve a cabo nos va a parecer que pagamos poco de energía ahora. El precio se va a encarecer muchísimo”. La energía nuclear aporta al sistema prácticamente un 20% de la demanda, siendo una energía muy estable. “Para toda esa línea base de consumo que siempre tenemos, la nuclear es fantástica. Sirve para dar esa estabilidad en el sistema y es una energía muy barata”.
Por otro lado, nuestro CEO menciona que Bruselas ha decidido ahora que la energía nuclear y el gas son energías verdes. “La nuclear puede tener cierto pase, porque es una energía que no emite CO2, emite solo vapor, aunque tiene el problema de los residuos nucleares”.
Sobre las centrales nucleares españolas, señala que “son centrales amortizadas y bien mantenidas. Advierte que “o hacemos un mantenimiento pensando en alargar la vida de esas nucleares o llegará el calendario de cierre y tendremos que acabar cerrándolas o parándolas hasta que podamos hacer las inversiones necesarias para que puedan estar operativas al 100%”.
En cuanto al uso del gas, Diego considera que “han querido hacer de él una especie de técnica de transición”, ya que no existe a día de hoy la tecnología necesaria para abandonar esta energía. Por ello “como Europa tiene gas y nuclear y nos hemos puesto unos objetivos de renovables tan altos, pues se han considerado renovables”.
Nuestro director general opina que la mala fama de la energía nuclear “ha sido mucho más una estrategia geopolítica, para hacer que en ciertos países no prospere ese tipo de energía, porque esa nuclear trae energía barata y en mucha cantidad; te hace ser competitivo”.
Puedes ver la intervención completa aquí.